Un sensor de movimiento (o detector de movimiento) es una pieza clave de la mayoría de sistemas de seguridad. Es el dispositivo que detecta cuando alguien se mueve dentro o fuera de tu casa cuando no debería haber nadie cerca.
Un sensor de movimiento utiliza una o varias tecnologías para detectar el movimiento en un área. Si el sensor se activa, envía una señal al panel de control de su sistema de seguridad, que se conecta al centro de monitoreo, alertando de una posible amenaza en tu hogar.
También tienen otros usos y propósitos en la domótica y la gestión energética. En este artículo te contaremos cómo funciona la tecnología detrás de los sensores de movimiento. Esto te permitirá entender la utilidad y limitaciones de cada tipo de detector.
Propósito de los sensores de movimiento
El propósito principal del sensor de movimiento es detectar a un intruso y enviar una alerta al panel de control que monitorea tu sistema de seguridad. Los sensores funcionan cuando no estás en casa, o cuando le dices al sistema que no estarás en un área determinada.
Expertos que han trabajado con Cerraduras Mul-T-Lock, de cuyas funciones puedes conocer presionando el siguiente enlace, opinan que los sensores de movimiento también pueden usarse para mejorar eficiencia energética de un hogar. Por ejemplo, puede apagar las luces de un pasillo cuando ya no detecta movimiento durante cierto tiempo.
Algunos sistemas de seguridad pueden programarse para activar otros eventos cuando se detecta movimiento a través de los sensores. Comenzar a grabar vídeo, emitir una alerta silenciosa o sonora o simplemente encender una luz exterior.
Tipos de sensores de movimiento
Principalmente hay tres tipos de sensores de movimiento que se utilizan con mayor frecuencia en aplicaciones domésticas: Infrarrojo pasivo (PIR), microondas y tecnología dual/híbrida.
Infrarrojo pasivo (PIR)
Los sensores de movimiento con tecnología PIR son los más comunes, y son esos que puedes ver cuando entras en un baño o en una oficina, normalmente con una cubierta blanca encima. Son pequeños, de baja potencia y consumo, fáciles de usar y baratos.
La forma en que perciben el movimiento es detectando el cambio de temperatura entre el fondo y un cuerpo caliente. Los PIR tienen un sensor piroeléctrico que detecta los niveles de radiación infrarroja. El PIR tiene dos ranuras hechas de un material especial que es sensible al infrarrojo.
Cuando el sensor detecta una diferencia en la radiación recibida entre las dos ranuras, esto provoca un pulso, que es lo que el sensor detecta como algo en movimiento.
Microondas (MW)
Como su nombre indica, los sensores de microondas utilizan ondas de radiación de microondas para detectar el movimiento, de forma similar a como funciona una pistola de radar. Envía una alta frecuencia de radio y mide el reflejo de un objeto detectando un cambio de frecuencia.
Si detecta un cambio de frecuencia, el detector de movimiento se activa. Los sensores de microondas pueden cubrir un área mayor que los PIR, pero son más caros y pueden ser vulnerables a las interferencias eléctricas.
De acuerdo a cerrajeros que han hecho mantenimiento de Cerraduras Fichet, de las cuales puedes leer visitando la página https://seguritek.es/servicio-tecnico-cerraduras-fichet/, una de sus características más impresionantes es que pueden detectar movimiento a través de las paredes. Lo cual también es la razón por la que causan falsas alarmas con más frecuencia. También consumen más electricidad que sus contrapartes pasivas.
Sensores de movimiento de tecnología dual o híbrida
Existen sensores que incorporan ambas tecnologías en un intento por disminuir las falsas alarmas. Por ejemplo, una brisa fría o cálida puede disparar un sensor de movimiento PIR, o una mascota encerrada en una habitación puede disparar un sensor de microondas en la sala.
Con los sensores de tecnología dual ambas tecnologías necesitan detectar el cambio para que se active la alerta de movimiento. Esto provoca que las falsas alarmas sean extremadamente bajas.
Otros tipos de sensores de movimiento
Existen sensores que usan otras tecnologías para detectar movimiento. La detección de movimiento por fotocélulas generalmente emplea rayos láser u otra fuente de luz. El sistema envía un rayo de luz, y cuando algo cruza el rayo de luz, la fotocélula registra el cambio y se activa.
De forma similar se puede usar el sonido de alta frecuencia (ultrasonido) para detectar movimiento. En una habitación vacía, los reflejos vendrán de la pared opuesta y el tiempo de recepción de los reflejos será proporcional a la distancia entre el emisor y la pared.
Cuando un objeto o persona entra en la habitación, los pulsos se reflejarán y, como están más cerca de la pared, el tiempo que tarda en recibir el sonido de vuelta será menor. Estos sonidos son imperceptibles para los seres humanos al estar muy por encima del rango de audición.
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